martes, 21 de agosto de 2012

Capítulo 20

Peeta mira a su alrededor preocupado. Sabe que ella tiene que estar cerca y está en lo cierto. El miedo comienza a invadirme ya que ahora Peeta correrá a decirle a los profesionales que Katniss está allí; ellos la encontraran y ella está desarmada... pero en lugar de salir a correr, Peeta continúa buscando con la mirada en arbustos y ramas, hasta que sus ojos se posan en la figura negra de Katniss en lo alto de uno de los árboles. Se levanta intentado mantener la calma y vuelve al lugar en el que le esperan.
- ¿Estaba muerta? -le pregunta Cato.
- No, pero ahora sí -su respuesta se ve correspondida por el cañonazo que suena a continuación - ¿Nos vamos? - dice intentando aparentar firmeza en su voz, aunque se puede percibir un ligero temblor que los profesionales no logran captar.
Los 5 salen corriendo justo cuando despunta el alba y los cantos de los pájaros llenan el aire. Sólo entonces, cuando están bien lejos del árbol de Katniss, consigo relajarme. Mis músculos se destensan y mi respiración y los latidos de mi corazón reanudan su habitual ritmo.
¿Cuantos días han pasado desde la cosecha? 6 días. Los peores 6 días de toda mi vida. Y todos los días que aún me quedan por sufrir. Si en este tiempo hubiera estado conectado a una de esas máquinas que marcan el ritmo cardíaco, las marcas habrían sido preocupantes.
Los tributos vuelven a ponerse en marcha, mientras que los profesionales se dedican a descansar cerca de su torre de provisiones.
Mis ojos comienzan a cerrarse. Apenas he dormido 3 horas en toda la noche, y la verdad es que en las anteriores no he dormido mucho más.
Lo último que veo antes de que el sueño pueda conmigo es a Katniss caminando por el bosque.
Esa imagen entra en mis sueños. La veo a ella. Los dos juntos cazando, como hacemos siempre. No deja de sonreír; tiene una sonrisa preciosa. Vamos a pescar y de repente ella se tira al agua y me llama desde dentro del lago. Me acuerdo del día en el que me enseño a nadar en este mismo lugar. Doy varios pasos hacia atrás, me preparo para coger carrerilla y salto, aunque mi cuerpo no llega a tocar el agua, ni siquiera rozarla. Me he despertado. Para ser exactos, mi madre me ha despertado. Llego tarde a clase.
Me preparo lo más rápido que mi cuerpo cansado me permite y salgo a correr hacia el colegio.
Cuando llego, todos están ya en el aula, aunque el profesor no ha llegado. Un profundo silencio se instaura en la clase tras mi llegada y todos los ojos se posan en mí, los siento clavados en mi espalda, igual que el día después de la cosecha. Pero yo me limito a sentarme en mi sitio, evitando mirar a nadie. Pero Liam se me acerca. Es mi amigo desde hace mucho tiempo.
- Tienes mala cara.
- Lo sé -respondo. No me extraña que la tenga.
- ¿Como estás? -me pregunta.
En lugar de contestar, le miro a los ojos. Él me observa y veo que lo entiende. Mis ojos empañados y mi expresión de dolor le dicen lo que no puedo expresar con palabras.
Coge una silla para sentarse a mi lado y supongo que darme ánimos, pero el profesor llega y tiene que ir a su sitio.
Por primera vez veo la pequeña televisión que hay al frente de la clase. Lo único que haremos estos días será ver los Juegos. Juegos a todas horas.
Suelto un bufido y me preparo para varias horas de nueva tortura.


4 comentarios:

  1. Me encanta. Soy una gran fan tuya, aunque nunca te haya comentado. Tengo tu blog afiliado al mío para que en cuanto actualices pueda verlo.

    Tienes mucho talento para esto, no lo dejes. Saludos^^

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  2. Muchísimas gracias!! Es genial saber que hay gente a la que le gusta lo que escribo ^^

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  3. Cris, me encaanta n_n Sogue así, creo que yo tb tendré que retomar el mío, pero hace tanto calor que se me quitan las ganas en seguida...

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    1. Muchas gracias, como siempre ^^ Siii!! Tengo muchas ganas de volver a leer tus capítulos :D

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